El papel de los Órganos de Gobierno no siempre es sencillo.
Una Gobernanza Efectiva exige implicación y dedicación de todos y cada uno de sus miembros, para impulsar, alentar y acompañar el trabajo de toda la organización.
Es una importante labor que requiere de los miembros del Patronato o de la Junta Directiva, un conjunto variado de habilidades personales y profesionales.
No es de extrañar pues, que incluso los mejores de estos órganos de gobierno tropiecen con alguno o algunos de los siguientes errores:
1. Infravalorar lo que supone ser Patrono o miembro de la Junta
Uno de los desafíos más relevantes de toda entidad sin ánimo de lucro es contar con un número suficiente de personas adecuadas en sus órganos de gobierno. Y ese desafío puede implicar que, cuando buscan incorporar a nuevos miembros a esos órganos, los máximos responsables de la organización tiendan a minimizar lo que pide e implica ser patrono de una fundación o miembro de una junta directiva de una asociación.
En lugar de exponer con transparencia lo que se espera de un posible candidato, se minusvalora el compromiso que supone para aumentar las posibilidades de conseguir una respuesta positiva del candidato.
El problema, por supuesto, es que si se anuncia que un puesto en el Patronato o la Junta Directiva implica “No demasiado tiempo” o “No mucho trabajo”, eso es exactamente lo que se va a conseguir: un compromiso de no demasiado tiempo o de no mucho trabajo.
2. Atajar o rebajar la orientación y formación
En la misma línea, es frecuente que no se dedique el tiempo suficiente para proporcionar a los miembros del Patronato o de la Junta la información y la formación que necesitan.
Y sin duda un momento relevante para hacerlo es cuando nuevos miembros se incorporan al órgano de gobierno. Y posteriormente, hay que seguir informando y formando a lo largo de todo su mandato.
Se da por supuesto que los patronos o que los miembros de la Junta saben cuáles son sus funciones y sus responsabilidades y lo que, en concreto, se espera de ellos.
Y si un patrono no entiende bien lo que tiene que hacer, lo más probable es que acabe haciendo parcialmente lo que le corresponde y dejando de lado un buen número de tareas y obligaciones.
A pesar de eso, la inmensa mayoría de las entidades sin ánimo no tiene un procedimiento concreto, ni documentación por escrito, que permita a los nuevos patronos hacerse cargo y entender lo que implica su función.
Hay que preparar y dispensar, aunque sean en formato breve, píldoras de formación destinadas a los miembros de la Junta/Patronato que les permitan, por ejemplo, entender y asumir sus funciones, conocer las principales líneas de comunicación de la organización, saber leer y entender un presupuesto, detectar posibles conflictos de interés…
3. Pedirle demasiado a un grupo reducido del órgano de gobierno
Son muchas las entidades sin ánimo de lucro que cuentan con un Comité Ejecutivo, que se encarga de la supervisión de la entidad entre dos reuniones del Patronato o de la Junta.
Puede ocurrir que ese Comité acabe convirtiéndose en un círculo más reducido de poder, usurpando de alguna manera lo que corresponde al Patronato, a la Junta Directiva o a la Asamblea de Socios.
Y el Comité Ejecutivo puede acabar acaparando las deliberaciones y las decisiones más importantes, relegando el Patronato o la Junta a un órgano en el que se informa de las decisiones ya tomadas. O en el que se transmite informaciones o informes sobre el trabajo realizado desde el Comité Ejecutivo.
Entrar en esa dinámica es un riesgo importante para la organización. Y tener a muchos miembros del Órgano de Gobierno –los que tienen la responsabilidad legal y el voto-, con poca oportunidad de participar y de aportar, suele ser a medio plazo una garantía de conflicto interno.
4. Improvisar las reuniones
Las reuniones del Patronato o de la Junta no son productivas porque sí.
Para serlas es necesario una meticulosa planificación de las mismas, con una preparación previa, una moderación experta cuando se celebran, y un resumen posterior fiel a lo que se habló y se decidió.
Y nada de eso es posible si el presidente y el responsable ejecutivo preparan los materiales y las agendas en el último minuto.
Una reunión de un órgano de gobierno es un momento en el que muchas personas con agendas muy apretadas ponen juntas un recurso muy valioso y limitado: su tiempo. ¡Hay que sacarle el máximo partido posible!
5. Desentenderse del rendimiento de la Junta o del Patronato
Demasiados miembros de órganos de gobierno no prestan atención a la eficacia y eficiencia del propio órgano donde están colaborando.
- ¿Es útil la labor del Patronato/Junta?
- ¿Qué valor añadido aporta a la organización?
- ¿Qué procedimientos del propio órgano se podrían mejorar?
- ¿Cuenta con todas las habilidades y conocimientos que necesita?
Estas y otras muchas preguntas sobre el desempeño del Patronato o de la Junta se pueden abordar desde el propio órgano.
Otra opción es crear y contar con un Comité de Gobernanza especialmente encargado de hacer periódicamente una autoevaluación del desempeño de los órganos de gobierno, y de su articulación con el resto de la organización.
Los patronos y los miembros de la Junta son personas voluntarias, y no siempre es fácil atender todas las tareas que implican su puesto. Es probable que se cometan errores: identificarlos y poner en marcha mejoras que permitan superarlos es lo importante.
6. Olvidarse de la recaudación de fondos
Se dan muy a menudo Juntas o Patronatos que piensan que la recaudación de fondos no va con ellas y que, para hablar de conseguir dinero, ya están los equipos técnicos correspondientes.
Algunos miembros de órganos de gobierno creen que la captación de fondos no entra dentro de sus atribuciones, y no quieren implicarse en ayudar a la organización a identificar y entablar relaciones con posibles fuentes de financiación.
Esa es una interpretación errónea. El cumplimiento de la misión, la máxima responsabilidad del órgano de gobierno, sólo puede llevarse a cabo con recursos. Y quién mejor que el máximo órgano de poder de una organización para impulsar y promover la imprescindible captación de recursos.
Aunque sólo sea en términos de supervivencia, la captación de fondos es vital para la existencia de la propia organización y es, por lo tanto, una de las máximas responsabilidades de los Patronatos y Juntas Directivas.
7. No medir los resultados y el impacto
Muchos patronatos y juntas se desentienden de la medición de los resultados de los proyectos y programas que lleva a cabo la organización.
Y otras muchas no le dedican el tiempo suficiente.
Sin embargo, el impacto social es un tema absolutamente estratégico. La labor de la organización, y su propia existencia, se basa en el impacto que puede conseguir y en su capacidad a mejorar la vida de los usuarios o beneficiarios con los que trabaja.
Y no se trata de que los miembros del órgano de gobierno entren a opinar sobre cada una de las actividades que se llevan a cabo en los proyectos de la organización. Lo que se espera de ellos es que recojan la información necesaria para saber lo que funciona, y lo que no funciona, en términos de impacto social.
Y que, a la hora de diseñar la estrategia y de planificar, promuevan aquellos programas y proyectos que más pueden cambiar a mejor la vida de las personas.
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